Letra de Aquella Ingrata - La Oreja De Van Gogh
Letra de canci�n de Aquella Ingrata de La Oreja De Van Gogh lyrics
Otra noche en una barra
conversando con el vino,
ese amigo al que cuenta
la historia que ha sufrido.
Esa noche fue distinta,
el sabor de las caricias
que ella regal� en un baile.
Fue tan dulce y caprichoso
que inund� los seis sentidos
del sediento visitante.
Como pudo aquella ingrata
compartir aquel momento,
de alegria y de lamento
con el hombre de otra dama.
Como pudo aquella ingrata
compartir aquel momento,
de alegria y de lamento
con el hombre de otra dama.
Entre las mil y una telas
no vi� ni un hilo de vida,
solo una sonrisa quieta.
Se vi� sola en esa cama
que hacen nada dos ingenuos
compartieron hasta la ma�ana.
https://www.coveralia.com/letras/aquella-ingrata-la-oreja-de-van-gogh.php
Desde entonces siempre
vuelve a esa barra,
cada noche, donde llora y sonr�e.
No consigue deshacerse
de un recuerdo que le ahoga,
le atormenta y le deprime.
Como pudo aquella ingrata
compartir aquel momento,
de alegria y de lamento
con el hombre de otra dama.
Como pudo aquella ingrata
compartir aquel momento,
de alegria y de lamento
con el hombre de otra dama.
Como pudo aquella ingrata
compartir aquel momento,
de alegria y de lamento
con el hombre de otra dama.
Como pudo aquella ingrata
compartir aquel momento,
de alegria y de lamento
con el hombre de otra dama.
conversando con el vino,
ese amigo al que cuenta
la historia que ha sufrido.
Esa noche fue distinta,
el sabor de las caricias
que ella regal� en un baile.
Fue tan dulce y caprichoso
que inund� los seis sentidos
del sediento visitante.
Como pudo aquella ingrata
compartir aquel momento,
de alegria y de lamento
con el hombre de otra dama.
Como pudo aquella ingrata
compartir aquel momento,
de alegria y de lamento
con el hombre de otra dama.
Entre las mil y una telas
no vi� ni un hilo de vida,
solo una sonrisa quieta.
Se vi� sola en esa cama
que hacen nada dos ingenuos
compartieron hasta la ma�ana.
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Desde entonces siempre
vuelve a esa barra,
cada noche, donde llora y sonr�e.
No consigue deshacerse
de un recuerdo que le ahoga,
le atormenta y le deprime.
Como pudo aquella ingrata
compartir aquel momento,
de alegria y de lamento
con el hombre de otra dama.
Como pudo aquella ingrata
compartir aquel momento,
de alegria y de lamento
con el hombre de otra dama.
Como pudo aquella ingrata
compartir aquel momento,
de alegria y de lamento
con el hombre de otra dama.
Como pudo aquella ingrata
compartir aquel momento,
de alegria y de lamento
con el hombre de otra dama.